
LETHAL EXPERIMENT
tipo
Mesa de centro, 2014
material
Madera Balsa & cristal
acabado
Barniz Acrílico
dimensiones
Ø: 120cm
AL: 39,4cm
ediciones especiales Tuomas Kuure, limitada a 5
Historia: Entusiasmado por la costa escarpada y rocosa del País Vasco, quise recrear alguna de sus características: los sedimentos y las fortuitas grietas que la propia naturaleza crea. De esta forma disfruté cortando la madera en trozos, escarbando en ella para crear las grietas y por último, poniendo orden al caos como los humanos tendemos a hacer.
Pensé en las personas que llegaron por primera vez a esta costa que debieron realizar un viaje arriesgado y excitante igual que el sendero que se ve en el medio de la pieza hacia lo desconocido. La mayoría de nuestra vida la pasamos experimentando.
En la pieza, vista desde arriba, aparece el símbolo, que nos es familiar, de la radiación nuclear. La controvertida innovación nos ha traído cosas buenas y malas a este mundo. Un ejemplo, entre otros, de un experimento letal en la costa Vasca es la trágica historia de la Central Nuclear de Lemoiz. Uno nunca sabe cuál de sus experimentos puede tener un final letal.
Material: Aquí tuve suerte. Un día, me encontré vagando entre los edificios industriales abandonados de Zorrozaurre, Bilbao. El tesoro me estaba esperando en la esquina de un almacén bien conservado de una de las fábricas. Transporté tanta madera como pude en mi bicicleta. Estaba ansioso de conocer lo que acababa de encontrar. El color de la madera confundió a muchos de los profesionales. Los años habían hecho cambiar el amarillo pálido de la madera Balsa a un color chocolate claro como se ve en la actualidad. Finalmente, el tipo de beta y su ligereza anuló el resto de opciones.
Llegando casi al final del proceso de trabajo, quise volver a coger el resto de madera que se había quedado en aquel almacén. Era un lunes lluvioso por la mañana y cuando me estaba aproximando vi un humo espeso y negro que salía en esa dirección. Allí, había dos camiones de bomberos tratando de apagar las llamas que se veían saliendo de un tejado, justo en el lugar donde estaba la madera. Fue una clara señal de que la pieza debía empezar a finalizarse.
El barniz acrílico es transparente, reteniendo el color natural de la bien envejecida Balsa. También me resultó agradable trabajar con ella porque la limpieza la pude realizar simplemente con agua.
TUOMAS KUURE / COLECCIÓN ART FURNITURE / TRABAJO EN MADERA